Nunca un jugador español había marcado 6 gols en JJ.OO., Mundial o Eurocopa.
Fermín López ha entrado en el Olimpo de los dioses. Nunca antes un futbolista español había marcado seis goles en unos Juegos Olímpicos, nunca en una Eurocopa, nunca en un Mundial. Seis goles, dos en la final, que valen un oro maravilloso que cierra el mejor verano de su vida. Kiko Narváez en los Juegos de Barcelona 92, Emilio Butragueño en el Mundial de México 86 y David Villa en el Mundial de Sudáfrica 2010 habían marcado 5.
Campeón de Eurocopa y oro olímpico, como su hermano Baena, un verano sin vacaciones, un verano pasado con la otra familia, la del fútbol, un verano después de un año emocionalmente intenso. El 27 de agosto del 2023 debutaba Fermín con el estadio de La Cerámica, esa temporada, la de su debut marcó 11 goles con la camiseta azulgrana. Sin descanso a la Eurocopa, para participar, si, para disfrutar con la eclosión de Lamine Yamal, para aprender con Luis de la Fuente conceptos para seguir creciendo. Sin descanso a los JJ.OO., como veterano, como campeón de Europa con 21 años recién cumplidos. Para convertirse en ‘San Fermín’, el futbolista de Campillo (Huelva) que llevaba a España a la final del Parque de los Príncipes y que con sus goles en la final era protagonista de la mejor final de la historia.
Fermín casi cojeando corría al córner, donde estaba su familia, saltaba la valla y se abrazaba a los suyos, emocionado, llorando de alegría. Quería compartir con sus padres la medalla de oro, la culminación de un sueño. Cuando firmó su contrato con el primer equipo del Barça le pidió a sus padres que dejaran de trabajar para vivir con él en Barcelona. Nada más importante para Fermín que su familia que tantos esfuerzos hizo en su Campillo natal. Por eso corrió Fermín para pedirle a su padre la bandera de su pueblo, para ponérsela al cuello, para reivindicar sus orígenes.
La Escuela Municipal de Fútbol lleva el nombre de Fermín López, está ayudando el jugador del Barça a revitalizar el club de su pueblo. Hace poco envió 126 pares de botas, 57 pantalones, 127 camisetas. Su hermano es portero en el equipo. Le pidieron ayuda para comprar una portería móvil y ahí está Fermín. Porque el pueblo es su vida.
Luis de la Fuente, seleccionador nacional, bajó al césped para abrazarse a Santi Denia. Para felicitar a un equipo joven, rico en matices, que no sólo demostró que sabe jugar a fútbol como nos gusta, además sabe sufrir.
Francia había preparado esta final olímpica pensando en que pasarían el oro por el Sena con esas barcazas rápidas que homenajean a los campeones galos. Arséne Wegner marcaba el inicio de partido, Wegner el maestro de Titi Henry, y la Marsellesa sonaba a capela sólo al inicio. Porque en el podio, en lo más alto del podio sólo había espacio para una selección, la española, la de Fermín, el niño de Campillo que quiere seguir haciendo historia en el Barça.