Rafael Nadal cambió la pista central por un asiento en las gradas de Anfield el miércoles por la noche mientras animaba al Real Madrid contra el Liverpool en la Liga de Campeones.
La leyenda del tenis, que colgó la raqueta en la Copa Davis en Málaga la semana pasada, es un ferviente seguidor del Madrid y fue fotografiado ocupando su asiento en el partido.
Fue un día ajetreado para Rafa, que también visitó la Academia de Fútbol de la ciudad y compartió un abrazo con Pep Guardiola además de conocer a varias estrellas.
El icono español, de 38 años, también conoció a Erling Haaland, Jack Grealish y Manuel Akanji en su visita al centro de entrenamiento de los campeones de la Premier League.
Rafa es un gran aficionado al fútbol y demostró ser un gran jugador cuando era niño antes de centrarse por completo en el tenis.
Su tío, Miguel Ángel Nadal, ganó cinco títulos de LaLiga y una Copa de Europa con el Barcelona, además de ser internacional con España en 62 ocasiones.
Nadal no les dio a sus fanáticos el icónico tratamiento de diadema para esta gira futbolística, pero sí se abrigó bien con una bufanda gruesa para la fría noche en Liverpool.
Hace poco más de una semana que el Rey de la Tierra rompió a llorar tras su último partido frente a su público local en los cuartos de final de la Copa Davis.
A lo largo de una carrera estelar, ganó 22 Grand Slams, un total solo superado en el juego masculino por los 24 de Novak Djokovic.
“Los títulos, los números, están ahí. La gente probablemente lo sepa. La forma en que me gustaría que me recordaran más es como una buena persona de un pequeño pueblo de Mallorca”, dijo Nadal en su discurso de despedida.
Insistió antes de su último torneo en que está en paz con su decisión de alejarse del deporte que lo convirtió en un fenómeno global.
“Es algo en lo que he estado pensando durante bastante tiempo”, dijo.
“Podría aguantar un año más, pero ¿por qué? ¿Para despedirme de cada torneo? No tengo ese ego para necesitar eso.
“Para mí no tiene sentido seguir sabiendo que no tengo la posibilidad real de ser competitivo como a mí me gusta, porque mi cuerpo no es capaz de darme la posibilidad de hacerlo muy a menudo”.
