Los arqueólogos voluntarios han realizado varios hallazgos importantes durante la excavación de esta temporada en la Magna romana.
Magna, también conocida como Carvoran, es una fortaleza romana situada en el borde de Whin Sill en Northumberland, Inglaterra. La fortaleza es anterior a la construcción del Muro de Adriano y está ubicada estratégicamente en la frontera de Stanegate para proteger la intersección de Maiden Way con Stanegate.
El fuerte estuvo guarnecido entre el 85 d. C. y el 122 d. C., e incluía a la Primera Cohorte de Arqueros Sirios, la Segunda Cohorte de Dálmatas, la Primera Cohorte de Bátavos y legionarios de la Segunda Augusta y la Vigésima Valeria Victrix.
Magna está bajo el cuidado de Vindolanda Trust y realiza excavaciones anuales de divulgación abiertas al público. En la temporada de 2024, los arqueólogos voluntarios han desenterrado varios hallazgos importantes, incluidas escamas de escamas, un altar romano, cerámicas y restos de sandalias romanas.
Se descubrieron cuatro escamas pertenecientes a una Lorica Squamata, un tipo de armadura hecha con pequeñas escamas de metal cosidas a un soporte de tela. Las escamas habrían estado unidas con alambre o cordones en filas horizontales y luego atadas o cosidas al soporte de una malla.
La Lorica Squamata era generalmente usada por la infantería auxiliar, pero también se puede ver en representaciones romanas de signiferes (abanderados), aeneatores, centuriones y tropas de caballería.
Los arqueólogos voluntarios también encontraron los restos de cinco sandalias romanas en depósitos anaeróbicos (libres de oxígeno). El descubrimiento incluye una mezcla de suelas y empeines de diferentes tamaños de zapatos, algunos de los cuales probablemente pertenecían a niños.
Según el Museo del Ejército Romano y Fuerte Magna: “En parte, el motivo por el que los depósitos anaeróbicos tienen tan buenas condiciones de conservación arqueológica se debe a una serie de microorganismos que viven en el suelo. Estos microorganismos son muy exigentes con el entorno en el que viven y, por lo tanto, el suelo necesita tener un pH y una composición geoquímica adecuados para que puedan sobrevivir”.
Crédito de la imagen del encabezado: The Vindolanda Trust