**México se une a Cuba y seis países en una histórica alianza ante tensiones globales**
En un movimiento que sacudirá la geopolítica latinoamericana, México ha forjado una sólida alianza con Cuba y seis naciones de la región en respuesta a las crecientes amenazas a su soberanía. Este pacto, que se ha gestado en medio de un clima de confrontación mundial, marca un momento decisivo en la historia reciente.
Las naciones aliadas —Guatemala, Nicaragua, Bolivia, Chile, Venezuela y Colombia— se han comprometido a respaldar a México en caso de que su integridad territorial se vea comprometida. La relación con Cuba, forjada a través de décadas de resistencia y solidaridad, se erige como el pilar fundamental de esta unión. Desde que la revolución cubana desafió el orden establecido, México ha mantenido lazos diplomáticos firmes, incluso bajo la presión del embargo estadounidense.
Guatemala, con su extensa frontera compartida, se posiciona como un aliado estratégico, ofreciendo rutas logísticas y apoyo humanitario en tiempos de crisis. Nicaragua, fiel a su historia de resistencia, se alzaría como una voz firme en foros internacionales, mientras que Bolivia, agradecida por el asilo ofrecido a Evo Morales en 2019, brindaría apoyo simbólico y logístico.
Chile, con sus fuerzas armadas modernas, podría aportar un respaldo militar significativo, aunque con cautela ante la influencia estadounidense. Venezuela, a pesar de su crisis interna, se compromete a liderar una campaña diplomática enérgica y a ofrecer recursos limitados, mientras que Colombia, aunque atada a sus compromisos con EE. UU., no se quedará de brazos cruzados.
Este nuevo bloque latinoamericano, con motivaciones diversas pero unidas por la defensa de la soberanía, se perfila como una fuerza a tener en cuenta en un escenario de creciente tensión. La unión de México y Cuba, junto a estos seis aliados, podría redefinir el mapa de la resistencia en América Latina.