Canadá amenaza con cortar las exportaciones de electricidad a EE. UU. tras el aumento de aranceles del 50% de Trump
En un giro explosivo en la guerra comercial entre Estados Unidos y Canadá, el Primer Ministro de Ontario ha declarado que podría cortar el suministro eléctrico a los Estados Unidos en respuesta a los devastadores aranceles del 50% impuestos por el ex presidente Donald Trump sobre el acero y el aluminio canadienses. Esta medida, que podría desatar un caos en los estados del norte de EE. UU., se produce en medio de crecientes tensiones económicas y políticas entre ambas naciones.
La decisión de Trump, que eleva los aranceles a cifras sin precedentes, ha dejado a Canadá en una situación crítica. Con fábricas cerrando y el desempleo aumentando, la indignación en el país es palpable. “Nunca seremos el estado número 51”, afirmó el Premier de Ontario, Doug Ford, quien ha prometido que “vamos a aterrizar cada pieza que tenemos”, sugiriendo que las represalias pueden ir más allá de los aranceles.
Canadá ha comenzado a implementar medidas de retaliación, incluyendo un recargo del 25% sobre la electricidad exportada a EE. UU., lo que podría resultar en facturas significativamente más altas para hogares en Minnesota, Nueva York y Michigan. Esta estrategia no solo busca equilibrar la balanza comercial, sino también reducir la dependencia de la economía estadounidense.
Los economistas advierten que si Canadá decide restringir sus exportaciones de electricidad, los precios de la energía en el norte de EE. UU. podrían dispararse, y la posibilidad de apagones limitados no se puede descartar. La situación actual pone en tela de juicio la relación siempre fuerte entre ambos países, que ahora se encuentra en una encrucijada.
Con Ontario alzando la voz y líderes canadienses como Mark Carney abogando por un enfoque más autónomo, el futuro de las relaciones comerciales entre Canadá y EE. UU. se vislumbra incierto. Las decisiones que se tomen en los próximos días podrían tener repercusiones significativas para ambas economías y la región en su conjunto. La pregunta ahora es: ¿realmente Canadá está dispuesto a cortar el suministro eléctrico, o esto es solo una táctica de negociación? La respuesta podría cambiar el panorama económico en Norteamérica.