La presidenta de la Comunidad de Madrid repite sus ataques contra Sánchez y su familia, alegando ser objeto de una cacería política, a la vez que resta importancia a las investigaciones de corrupción que afectan a su entorno.

La oposición de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez no se limita a su negativa a reunirse con él en Moncloa, sino que va más allá con ataques directos hacia la esposa del presidente, Begoña Gómez. Al mismo tiempo, Ayuso exige respeto para su propia pareja, quien ha admitido cometer dos delitos fiscales. A pesar de ello, la presidenta madrileña insiste en que solo se trata de una multa, suavizando la gravedad de los hechos.

En marzo de 2024, Ayuso afirmó que era falso que su pareja debiera 350.000 euros a Hacienda por fraude, defendiendo que todo esto es parte de un supuesto asedio del Estado debido a su relación con ella. Este “asedio” es similar al que ella ha llevado a cabo contra Pedro Sánchez y su esposa. En octubre de 2024, Ayuso llegó a acusar a Sánchez de ser el “señor uno” de todas las tramas de corrupción, continuando con su estrategia de atacar a sus adversarios mientras se presenta a sí misma como perseguida.

A lo largo de sus intervenciones públicas, Ayuso ha afirmado que el Gobierno de Sánchez ha atacado a su entorno de manera directa, “uno a uno”, e incluso ha señalado que el presidente “está chapoteando en una montaña de corrupción que afecta a todo su entorno personal”.

Sin embargo, cuando se trata de su propia administración, ha minimizado las investigaciones por corrupción, como en el caso de su número tres, Ana Millán, cuya posible imputación está en manos del Tribunal Superior de Justicia de Madrid. En septiembre de 2024, en plena campaña, Ayuso insistió en que si no fuera por su asociación con ella, su entorno no estaría sometido a la presión mediática actual, reforzando su narrativa de que es víctima de una “cacería” política.

En diversas ocasiones, Ayuso ha denunciado que ha sido objeto de insultos y difamaciones, afirmando que ha sido calificada de “asesina, genocida, loca y corrupta”. En octubre de 2024, en la Asamblea de Madrid, llegó a acusar a sus oponentes de ser “mafiosos, estalinistas, tiranos y caraduras”, usando un lenguaje agresivo para defender su posición y atacar a quienes la critican. En junio de 2024, también sostuvo que Madrid había sido injustamente señalado como “el epicentro de la corrupción y del fango”, sugiriendo que los verdaderos problemas de corrupción están en los “sótanos de la Moncloa”.

Curiosamente, lo que Ayuso critica en sus adversarios es, a menudo, lo que luego replica en su propia conducta. Esta contradicción se vuelve evidente en sus declaraciones sobre Pedro Sánchez, a quien en octubre de 2024 acusó de estar rodeado de personajes como “Berni, Barrabés y Begoña”, la mujer del presidente, a quien tildó de estar “en todas las salsas” y de ser “otra que va p’alante”. Afirmó que “para ella esto no tiene un pase” y trató de marcar una diferencia entre ambos, insistiendo en que “ella no es como él”.

En meses anteriores, Ayuso había hecho varias declaraciones que reflejan su percepción sobre la figura de Sánchez El 26 de mayo de 2024, afirmó que “Sánchez está enloqueciendo”, mientras que el 19 de junio de ese mismo año expresó que “tenemos un presidente que traga con todo”. Finalmente, el 17 de octubre de 2024, sentenció que “por eso Pedro Sánchez también irá p’alante”.