A María Agúndez Lería, subdirectora adjunta de Gestión y Coordinación de Bienes Culturales de la Dirección General de Bellas Artes, no le convence la comparación del pecio de Mazarrón con la famosa dama: “Cada cosa tiene su relevancia y su importancia”. Pero poner al barco fenicio del siglo VII antes de Cristo a la altura de la escultura íbera da buena cuenta del valor que tiene este desconocido pecio de la costa murciana. En ese sentido, lo tiene claro: “a nivel de patrimonio nacional subacuático es una joya”.
“Es el único barco fenicio del siglo VII a.C. que se conserva íntegro, no hay barcos tan antiguos que se hayan encontrado en ese estado de conservación tan perfecto. Está íntegro y cuando se descubrió tenía toda su carga”, destaca Agúndez Lería. El pecio Mazarrón 2, como se conoce a estos restos fenicios, se localizó en 1999 en la localidad murciana que le da nombre, frente a la playa de la Isla, en donde permanece protegido con un armazón de acero que hace las veces de caja fuerte.
En 1993 se localizó el primer pecio fenicio en la zona, el Mazarrón 1, parte de un barco peor conservado que está expuesto en el Museo Nacional de Arqueología Subacuática de Cartagena (ARQUA). Allí también se puede ver la carga de ambas naves. La del Mazarrón 2 se muesta junto con una recreación del barco. Algo que en unos pocos años perderá su sentido porque el Ministerio de Cultura ha anunciado que va desenterrar la nave de 8,10 metros de eslora y una manga de 2,25 metros para llevarlo al ARQUA.
“Desde los años 90 se ha estudiado y vigilado el estado de conservación del pecio, ahora está protegido por una caja fuerte que lo ha mantenido en muy buen estado de conservación, lo que pasa es que es una zona de la costa que ha cambiado mucho a raíz de las distintas obras que ha habido en Mazarrón y que han afectado a las corrientes. Hay peligro de que la caja ya no sea el mejor sistema de protección del barco. Ante esta situación se ha considerado que lo mejor es sacar el barco”, afirma la representante del ministerio.
Cuando se extrajo la carga del barco ya se hizo un estudio arqueológico exhaustivo del lugar y del cargamento expuesto en ARQUA: está compuesto por un ánfora de cerámica, un cesto de minero, un molino de mano de granito y un conjunto de tortas de mineral de plomo. Con todo, la subdirectora adjunta de Gestión y Coordinación de Bienes Culturales cree que “la extracción nos va a permitir tener un estudio aún mayor del sistema de construcción naval de la época fenicia”.
Vino cargado de objetos que nos han dado mucha información sobre el intercambio comercial entre distintas partes del mediterráneo y Mazarrón. El pecio pertenece a una parte de nuestra historia “de la que queda mucho por conocer, porque nos proporciona información de las relaciones culturales y comerciales que ha habido siempre en la historia del ser humano”, asegura Agúndez.
Los arqueólogos simpre consideran que el patrimonio subamarino si se puede conserva in situ, es mejor, pero ante el peligro de que se deteriore un pecio tan singular, se ha optado por extraer el barco. Un proceso complejo que todavía tiene que estudiarse ya que la extacción de un barco tan antiguo conlleva una dificultad extra. “Tardaremos años, no sólo hay que extraerlo sino preservarlo”. La madera lleva 2.600 años bajo el agua de las costa murciana.