Rafa Nadal recibió lo que parece ser una despedida final del Abierto de Madrid después de una dura derrota en octavos de final mientras su hermana y esposa María Francisca Perelló lloraban viendo a la leyenda del tenis despedirse de la multitud. Nadal enfrentó una de sus tareas más difíciles hasta el momento en suregreso al tenis con el puesto 30 Jiri Lehecka en el Abierto de Madrid.
Y Lehecka demostró ser demasiado fuerte para el español de 37 años, habiendo ganado en una reñida batalla por 7-5, 6-4 en sets corridos. Lehecka permitió al español pasar tiempo en la cancha después de que su derrota con Nadal le concediera una despedida de los organizadores después de haber ganado el torneo cinco veces.
Rafa Nadal (en la foto de la izquierda) recibió una despedida contundente en el Abierto de Madrid mientras se despedía de la multitud mientras su hermana y su esposa María Francisca Perelló (en la foto de la derecha) lloraban. (Imágenes: Getty Images/TennisTV)
El Abierto de Madrid consideró la derrota de Nadal como potencialmente la última vez que aparecerá en la capital española como jugador, aunque Nadal no ha confirmado su retiro del deporte. Muchos fanáticos creen que este es el último año de Nadal en el tenis y celebran cada partido como si fuera el último. “Estoy feliz”, dijo Nadal después de la derrota.
“Fue una semana muy especial para mí, muy positiva y muy emotiva. Tuve la oportunidad de jugar una vez más aquí en esta cancha. Todo lo que puedo decir es gracias a todos los que me han ayudado en mi carrera. Aún no he terminado.”
Rafael Nadal (en la foto) se despidió del público del Madrid Open tras haber ganado el título cinco veces.
Rafa Nadal en triste confesión tras la ceremonia en Madrid
Y Nadal fue honrado con una pancarta por sus logros en la arcilla de Madrid mientras los fanáticos aclamaban al español sabiendo que tal vez no regresaría. Se reprodujo un video tributo al 22 veces campeón de Grand Slam y no pudo evitar hacer una admisión triste y descarada. “Esto es una broma… el año que viene volveré”, dijo Nadal mientras los aficionados se reían.
Nadal añadió: “Ha sido un regalo lo que me habéis hecho aquí. La emoción que me da esta experiencia en Madrid, del público español… Tuve la suerte de hacer el trabajo que amo cuando era niño. Me siento súper afortunado de haber vivido la vida que he vivido. No podría pedir nada más”.
A pesar del espíritu optimista de Nadal, los que estaban en su palco de jugador estaban llorando. Su hermana y su esposa se secaban las lágrimas mientras los aficionados vitoreaban sabiendo que sería el último adiós para Nadal en Madrid.