Irán ha establecido una condición crucial para retomar el camino diplomático con la Unión Europea, en medio de una escalada de tensiones que amenaza con desbordarse en el conflicto entre Israel e Irán. Este viernes, el ministro de Exteriores iraní, Abas Aracachi, se reunió durante tres horas en Ginebra con sus homólogos de Francia, Alemania, Reino Unido y la UE, en un intento urgente por buscar una salida a la crisis.

Aracachi dejó claro que Irán está dispuesto a continuar las conversaciones sobre su programa nuclear, pero solo bajo la condición de que se detenga la agresión por parte de Israel. “La situación en la región es extremadamente crítica”, afirmó, subrayando la necesidad de evitar una mayor escalada y avanzar en las negociaciones. Este diálogo se produce en un contexto donde el programa nuclear iraní está enriqueciendo uranio diez veces más de lo permitido, lo que representa una amenaza directa para la seguridad de Israel y de Europa.

Los representantes europeos salieron de la reunión con la impresión de que Irán está abierto a la diplomacia, lo que podría ser un rayo de esperanza en medio de la tormenta. Sin embargo, la advertencia de que solo se avanzará si cesan las hostilidades de Israel añade una capa de complejidad a las negociaciones.

La comunidad internacional observa con atención, ya que el futuro de la seguridad en Medio Oriente y Europa pende de un hilo. La urgencia de la situación no puede subestimarse; solo a través de la negociación se podrá abordar este crucial desafío de seguridad. La presión está sobre las partes involucradas para que actúen rápidamente y eviten un desenlace catastrófico.