La Princesa, de 19 años, se ha subido este sábado a la moderna fragata de la Armada Española para continuar con su formación naval.
Abordo del buque Blas de Lezo, una de las fragatas más avanzadas de la Armada Española, la princesa Leonor ha iniciado este sábado a las 20 horas en Las Palmas de Gran Canaria (a las 21:00 hora peninsular) su etapa final de formación militar como dama guardiamarina. Un nuevo capítulo en su preparación como futura Reina, marcado por la disciplina, el compromiso y la vida en alta mar.
Tras salir del vehículo que le había trasladado hasta puerto, la veíamos caminar primero con paso firme y con la ilusión que reflejaba su rostro en un momento clave como este. Era entonces cuando la número uno en la línea de sucesión subía primero la escalinata que daba al acceso al barco, vestida con el uniforme de guardiamarina de la Armada.
Un atuendo oficial que se compone de chaqueta blanca con palas rígidas y divisas, así como pantalón, gorro femenino y guantes, estas últimas tres prendas de color blanco. Una vez en cubierta, ha saludado a los altos mandos y, seguidamente, era guiada por el interior del navío para enseñarle las distintas dependencias de este buque de guerra que cuenta con una dotación de 205 personas.
Tras haber completado el primer año de su formación militar en la Academia General Militar de Zaragoza, y su segundo año en la Escuela Naval Militar de Marín, la hija mayor de los reyes Felipe y Letizia, que el próximo 31 de octubre cumplirá 20 años, se embarca ahora en una de las fases más exigentes de este recorrido, integrándose en el Grupo Expedicionario ‘Dédalo’.
Un desafío que llega después de haber navegado también a bordo del Juan Sebastián Elcano, donde vivió su primer contacto con la navegación como parte de su instrucción práctica el pasado abril. La nieta de Juan Carlos I y doña Sofía se enfrenta ahora a la experiencia más intensa de este recorrido: vivir como una más entre la tripulación del buque, cumpliendo con turnos de guardia, maniobras y rutinas navales.
Una vida a bordo muy alejada del protocolo
Durante las próximas semanas, Leonor compartirá camarote, horarios estrictos y tareas operativas junto al resto de los alumnos. El Blas de Lezo, con base en Ferrol, es una fragata de la clase Álvaro de Bazán equipada con el sistema de combate AEGIS y una larga trayectoria en misiones internacionales. En su interior, la Princesa completará su formación desde el corazón mismo de la Armada, lejos del protocolo y las cámaras.
Un paso más en su camino hacia el trono
Este embarque, además de una exigencia formativa, simboliza también el compromiso de la Princesa con las Fuerzas Armadas y con el papel institucional que asumirá en el futuro. Como ya hizo su padre, el rey Felipe VI, Leonor está completando su formación militar en los tres Ejércitos, convirtiéndose así en la primera mujer en la historia de la Corona española en realizar este recorrido.
En un momento en el que cada paso suyo genera atención internacional, Leonor continúa apostando por la discreción, la disciplina y el esfuerzo silencioso. Su embarque en el Blas de Lezo no solo representa un hito académico, sino también un gesto de servicio y responsabilidad hacia su país.
El rey Felipe pilota el avión en el que se formará su hija
El monarca, por su parte, se encontraba este sábado en Murcia para presidir el festival Aire 25 que acogía el municipio de San Javier para celebrar los 40 años de la Patrulla Águila. Allí, Felipe VI ha volado en el avión Pilatus PC-21, de entrenamiento avanzado del Ejército del Aire y del Espacio, con el que precisamente se formará la princesa Leonor en la Academia General del Aire (AGA) durante el próximo curso a partir de septiembre.
Ataviado con mono clásico del uniforme de aviación, y después de saludar cariñosamente a los ciudadanos allí congregados, el jefe del Estado ha montado en la aeronave acompañado por un instructor de la academia. Era el comandante Guzmán, en un vuelo de unos 40 minutos. El Pilatus sustituyó al CASA C-101 como avión de entrenamiento del Ejército del Aire hace tres años. De hecho, el soberano se formó con el 101 en su etapa en la AGA entre los años 1987 y 1988 cuando era príncipe.