**Francia, Alemania y Corea reemplazan a EE. UU. por Canadá ante los aranceles de Trump sobre vehículos eléctricos**
En un giro inesperado de los acontecimientos, Francia, Alemania y Corea del Sur han comenzado a desmantelar su dependencia comercial de Estados Unidos, optando por Canadá como su nuevo socio estratégico en la industria automotriz. Este cambio radical se produce en respuesta a los aranceles impuestos por la administración Trump, que han sacudido los cimientos del comercio global, especialmente en el sector automotriz.
Desde el 2025, los aranceles de hasta el 50% sobre el acero y el aluminio han obligado a naciones como Brasil, México y Australia a buscar alternativas viables. En este contexto, Canadá ha emergido como un refugio seguro, gracias a sus acuerdos comerciales y su sólida infraestructura industrial. Este movimiento no es solo un acto de retaliación; es una respuesta estratégica que busca proteger los empleos y la producción en medio de un entorno comercial hostil.
Brasil, por ejemplo, ha firmado un acuerdo de 2.000 millones de dólares con Canadá para desviar el flujo de carne y soja, salvando miles de empleos agrícolas. Mientras tanto, México ha trasladado 8.2 mil millones de dólares en piezas de automóviles a Canadá, revitalizando fábricas en ciudades como Windsor y Brampton. Alemania, por su parte, ha establecido un acuerdo de 10 mil millones de dólares para asegurar el suministro de piezas automotrices sin aranceles, garantizando la continuidad de su producción.
La situación se complica aún más con la imposición de aranceles sobre componentes de energía renovable y tecnología de baterías, lo que ha llevado a países como Dinamarca y Corea del Sur a buscar soluciones en el norte. Este cambio de rumbo no solo redefine el mapa del comercio global, sino que también plantea interrogantes sobre el futuro de la manufactura en Estados Unidos.
Con el comercio internacional en plena transformación, la pregunta que surge es: ¿será este el comienzo de una nueva era económica en la que Canadá se convierta en el epicentro de la producción automotriz, mientras que Estados Unidos se aísla aún más? La respuesta podría tener implicaciones profundas para consumidores y productores en ambos lados de la frontera.