Naomi Klein advierte sobre el ascenso del “fascismo de los tiempos finales”
La conocida periodista y autora Naomi Klein, en colaboración con Astra Taylor, ha publicado un artículo en The Guardian titulado “El ascenso del fascismo de los tiempos finales”, que destaca el fervor apocalíptico del extremismo de derecha. Klein, quien también es profesora de justicia climática en la Universidad de Columbia Británica, sostiene que las élites globales están preparando el terreno para un futuro sombrío, mientras que movimientos supremacistas están transformando naciones ricas en “bunkers armados” en un mundo amenazado por crisis económicas y climáticas.
En una reciente entrevista, Klein analizó cómo figuras como Donald Trump y Elon Musk están alimentando una narrativa de desesperanza y supervivencia, donde la creencia en un colapso inminente se convierte en un motor político. La autora subraya que esta forma de fascismo no es solo una repetición de los errores del pasado, sino que introduce elementos novedosos que reflejan las crisis actuales, como el cambio climático y la desigualdad económica.
Klein señala que, a diferencia de los fascismos de los años 30, que prometían un futuro tras la catástrofe, el actual se basa en una visión apocalíptica donde no hay esperanza de redención. “Las élites han renunciado a este mundo”, afirma, añadiendo que tanto la derecha religiosa como la secular comparten un mismo temor: la inminente llegada de un desastre.
La situación en Gaza también fue un punto central en la conversación, donde se discutió cómo la política de Estados Unidos, bajo la administración de Trump y Biden, se ha alineado con los intereses de un extremismo que busca la limpieza étnica y el control total sobre los recursos.
Klein concluye que es vital construir un movimiento que crea en el futuro y en la posibilidad de un mundo mejor, en contraste con aquellos que apuestan por la desolación. “Estamos ante un desafío monumental, donde la fe en la humanidad y la vida pueden ser nuestras mejores armas contra un fascismo que se alimenta de la desesperanza”, afirma Klein.