**TSUNODA EXPONE la REALIDAD de RED BULL**

En un giro impactante en el Gran Premio de Emilia Romaña, Yuki Tsunoda, piloto de Red Bull, desnudó la cruda realidad del equipo en un fin de semana marcado por la desesperación y la calamidad. La introducción del nuevo paquete evolutivo del RB21, lejos de ser un avance, se convirtió en un punto de inflexión negativo. Tsunoda luchó por encontrar ritmo y grip, culminando en un accidente devastador que hizo temer por su vida cuando perdió el control del monoplaza a alta velocidad y se estrelló contra las barreras de protección.

Afortunadamente, Tsunoda salió ileso, pero el impacto fue brutal. “Fue un grave error y completamente innecesario”, admitió el piloto japonés, quien enfrentará las consecuencias de su incidente desde la última posición en la próxima carrera. Christian Horner y Helmut Marko, figuras clave en Red Bull, expresaron su alivio por la seguridad del piloto, pero también su preocupación por la creciente crisis de piezas de repuesto, estimando que las reparaciones podrían costar entre 1 y 2 millones de dólares.

Con tres carreras en el horizonte, la presión sobre el equipo aumenta. La situación crítica de Red Bull se complica aún más al considerar que la competitividad del coche ha disminuido, dejando a Tsunoda en una posición vulnerable y con un rendimiento que no cumple con las expectativas. Max Verstappen, su compañero de equipo, brilló en el mismo Gran Premio, evidenciando la disparidad en el rendimiento y aumentando la presión sobre Tsunoda.

La situación es insostenible para el japonés, cuyo futuro en el equipo pende de un hilo. Las críticas hacia la gestión de Red Bull crecen, y el eco de una estructura diseñada para favorecer a Verstappen resuena con fuerza. La pregunta que persiste es: ¿podrá Tsunoda recuperarse y demostrar que pertenece a la elite de la Fórmula 1, o se convertirá en otra víctima del sistema implacable de Red Bull? El tiempo dirá, pero la urgencia es palpable.