Niels Wittich aseguró que no había dimitido de su puesto de director de carrera y medios británicos aseguran una lucha de poder dentro de la FIA con Ben Sulayem.
La inesperada salida de Niels Wittich como director de carrera de Fórmula 1 no solo sorprendió a la comunidad del automovilismo, sino que dejó al descubierto un fuerte conflicto interno en la Federación Internacional de Automovilismo (FIA).
En el comunicado lanzado el 12 de noviembre, la FIA publicó que había dejado voluntariamente su puesto para “buscar nuevas oportunidades”, agradeciéndole su “profesionalismo y dedicación”. Sin embargo, Wittich, quien según un comunicado oficial de la FIA había renunciado, desmintió rápidamente la versión oficial y afirmó que en realidad fue despedido sin previo aviso, poniendo a la administración de Mohammed Ben Sulayem en el ojo del huracán.
“No he renunciado”, declaró en el medio alemán Motorsport Magazin, confirmando y dejando más que claro que dentro de la FIA hay muchas tensiones, ya que no es el primer director de carrera que se va, ya van tres desde 2021. De hecho, fuentes de medios como The Race y BBC señalan que Wittich fue informado de su salida momentos antes de hacerse pública, y sugieren que el despido es resultado de crecientes fricciones con Ben Sulayem.
Un despido a tres carreras del final
La salida de Wittich llega en un momento crítico para la temporada, a solo tres Grandes Premios del cierre, con el campeonato de pilotos y constructores aún en juego. La decisión de apartarlo de su cargo, y la inmediatez con la que fue sustituido por el portugués Rui Marques, solo avivan los rumores de una fractura interna en la FIA.
Estas tensiones, aunque latentes, se habrían intensificado, según la prensa británica, luego de la carta reciente firmada por los pilotos de F1, quienes hicieron llegar a la FIA una serie de quejas y preocupaciones, muchas de ellas dirigidas hacia el propio presidente del organismo por las sanciones por las palabrotas.
Ben Sulayem bajo la lupa
Su presunto despido no es un caso aislado: es la quinta salida importante dentro de la FIA en menos de un año. A finales de 2023, Steve Nielsen dejó su puesto como director deportivo, seguido por Deborah Mayer, presidenta de la Comisión para la Mujer, y Tim Goss, quien renunció a su cargo como director técnico de monoplazas. En mayo de este año, la directora ejecutiva Natalie Robyn también decidió abandonar el organismo.
Con esta cadena de renuncias y despidos en áreas estratégicas, la gestión de Ben Sulayem queda cuestionada. La prensa británica especula que la salida de Wittich es el último episodio de una “lucha de poder” entre el director de carrera y el presidente de la FIA. Un medio como The Race incluso sugiere que podría haber existido un enfrentamiento directo entre ambos, aunque ninguno de los dos ha ofrecido detalles concretos sobre los motivos del despido.
De Masi a Wittich: un puesto difícil de mantener
Wittich, que asumió el cargo en 2022 tras la polémica salida de Michael Masi, parecía haber traído algo de estabilidad al puesto. A lo largo de su mandato, si bien fue criticado por sanciones severas, como los 20 segundos de penalización a Max Verstappen en el Gran Premio de México, evitó escándalos mayores como los que se dieron en el explosivo final de temporada de 2021 en Abu Dhabi.
La sorpresa y controversia de su despido podrían tener un impacto profundo en la percepción pública sobre la FIA. Ben Sulayem, quien asumió la presidencia con la promesa de reformas, se enfrenta ahora a una creciente presión por su estilo de liderazgo, y esta última salida de Wittich podría ser el detonante de una crisis de imagen para el organismo rector de la F1.