A veces nos preguntamos si somos verdaderos fanáticos del tenis o solo fanáticos acérrimos de Rafael Nadal. Cuando nuestro campeón no está jugando, apenas vemos tenis; siempre sentimos que falta algo y la alegría no es la misma. Con el US Open acercándose, es agridulce saber que Rafa no competirá, ya que se está preparando para jugar en Berlín más tarde en la Laver Cup.
Mientras tanto, mientras escapábamos del calor del verano con Netflix, no pudimos evitar ver una cara familiar, o más bien, una estatua familiar. En el primer episodio de Emily en París (cuarta temporada), ¡vimos la estatua de Rafa en Roland-Garros! Aunque fue solo por un segundo, hizo que nuestro jueves fuera infinitamente mejor.
La estatua, obra del español Jordi Díez Fernández, se encuentra cerca de la nueva puerta de acceso al público y del Jardín de los Mosqueteros. Está hecha íntegramente de acero y mide 3 metros de alto, 4,89 metros de ancho y 2 metros de profundidad. Representa a Rafa en pleno swing, un homenaje icónico a la leyenda mallorquina, que ha dominado la tierra batida de París desde su inolvidable debut en 2005, lo que le ha permitido ganar 14 títulos de Roland-Garros.