**Alemania y Francia Unen Fuerzas para Responder a EE.UU. por Tarifas de Boeing**
En un giro dramático en la disputa comercial transatlántica, Alemania y Francia han decidido unir fuerzas para retaliar contra Estados Unidos por las tarifas impuestas a Airbus, en un conflicto que va más allá de un simple desacuerdo aeronáutico. Desde que la Comisión Europea anunció las tarifas en respuesta a los subsidios estadounidenses a Boeing, la industria de la aviación ha experimentado una desaceleración alarmante, con caídas del 38% en las importaciones de aviones de fuselaje ancho desde la UE y una reducción del 24.7% en las exportaciones de piezas aeronáuticas.
Las fábricas de ambos lados del Atlántico están reconfigurando sus planes de producción, mientras que miles de trabajadores temporales se encuentran en la cuerda floja. En Alemania, la capacidad de utilización de los subcontratistas de fuselajes ha caído drásticamente, y las aerolíneas estadounidenses han pospuesto entregas de aviones Airbus, creando un efecto dominó que amenaza con desestabilizar la economía de la aviación global.
La Cámara de Representantes de EE.UU. ha respondido con un impuesto de emergencia del 15% sobre productos tecnológicos europeos, lo que ha exacerbado la situación. Se estima que las tarifas han bloqueado $35 mil millones en comercio bilateral en solo seis meses, y las pérdidas podrían alcanzar los $65 mil millones. A medida que las tensiones aumentan, la industria de la aviación, que afecta a miles de empleos y millones en inversiones, se encuentra en una encrucijada.
Ambos gobiernos están bajo presión para encontrar una solución. La Unión Europea ha lanzado el Fondo de Automatización, pero los expertos advierten que la efectividad de estas medidas es cuestionable en un entorno de altas tasas de interés. La falta de acción podría tener repercusiones devastadoras, no solo para la aviación, sino también para los objetivos de reducción de carbono y la competitividad global.
La situación se vuelve más crítica a medida que los mercados financieros reaccionan a las incertidumbres. Sin un cambio inmediato, expertos advierten que la guerra comercial podría abrir la puerta a competidores como China, que ya está capitalizando la debilidad de Boeing. La llamada a la acción es clara: Alemania y Francia deben actuar con rapidez para evitar un colapso en la industria y restaurar la confianza en el comercio transatlántico antes de que sea demasiado tarde.