Diego Schwartzman ha calificado a Jannik Sinner de “aterrador” y ha señalado al número uno del mundo como el jugador más intimidante al que se ha enfrentado en su carrera.
El ex número 8 del mundo describió a Novak Djokovic, Rafael Nadal y Roger Federer como “dioses”, mientras que calificó de “loca” la cualidad que poseen Sinner y Carlos Alcaraz.
Schwartzman ha perdido los cuatro partidos que ha jugado contra Sinner sin ganar un set. El argentino cayó 6-2, 6-2 en el primer enfrentamiento entre ambos en la final de Amberes de 2021 antes de perder ante el italiano tres veces en 2023.
El tenista de 32 años ganó uno de sus 12 enfrentamientos con Nadal, mientras que tiene un récord de 0-7 contra Djokovic y un récord de 0-4 contra Federer.
Schwartzman anunció en mayo que se retirará del tenis después del Abierto de Argentina de 2025.
En un episodio del podcast Nothing Major, Schwartzman eligió a Sinner cuando se le pidió que nombrara al jugador más intimidante de la gira.
“Elijamos a uno de los nuevos. Creo que Sinner. Jugué con él algunas veces. Ni siquiera estaba entre los 10 mejores. Yo decía: ‘Vamos… ¿qué es este tipo?’ Deslizamiento, potencia, movimiento, todo. Da miedo”, dijo el argentino.
“Es una locura porque jugamos contra Novak, Roger, Rafa. Estos tipos son dioses. Pero Sinner y Alcaraz… lo que hacen con sus cuerpos es una locura”.
A principios de este año, Schwartzman habló sobre la mentalidad única de Nadal y contrastó el enfoque del legendario español con el de Djokovic y Federer.
“Creo que Rafa, de los tres, es el que inspira más respeto cuando entras a la cancha. Es como si entraras a la cancha un poco más derrotado”, dijo el cuatro veces ganador del título ATP a ESPN.
“Con los demás, si un día pillas a Djokovic enfadado o si agarra un par de pelotas y tiene momentos de frustración, y Federer, al estar tan relajado, a veces te da opciones para meterte en el partido.
“Pero Nadal, desde que empiezas a jugar con él, desde el principio hasta el final, parece que es el último punto de su carrera. Es duro. Te impone tanto respeto que a veces dices: ‘¿Cómo lo hago?’.
“Y eso lo gestiona a la perfección, porque le hace lanzar menos golpes que Federer o Djokovic y sigue ganando. Es muy difícil sostener lo que hace desde el primer minuto”.