Jurassic World 4: Rebirth se desarrolla varios años después de los catastróficos eventos de la entrega anterior, donde los dinosaurios se han expandido por todo el mundo, amenazando ecosistemas y la civilización humana.
La película comienza con una escena escalofriante de un pueblo costero que alguna vez prosperó, ahora invadido por dinosaurios. El mundo lucha por coexistir con estas criaturas antiguas, y la humanidad está al borde del colapso mientras los gobiernos debaten medidas drásticas para controlar la situación.
La historia se centra en Claire Dearing y Owen Grady, quienes se han retirado a un santuario remoto para proteger a su hija adoptiva, Maisie Lockwood, la clon humano cuyo código genético contiene la clave para el renacimiento de los dinosaurios. Un genetista rebelde, el Dr. Abel Harker, emerge como el antagonista, decidido a crear una nueva raza de dinosaurios hiperagresivos para vender como armas biológicas. Las acciones de Harker amenazan con desestabilizar el frágil equilibrio entre humanos y dinosaurios, empujando al planeta hacia un nuevo evento de extinción.
A medida que la tensión aumenta, Claire y Owen se ven obligados a salir de su escondite cuando Maisie es secuestrada por los mercenarios de Harker. La pareja emprende una misión desesperada a través de paisajes traicioneros llenos de dinosaurios feroces. En el camino, se encuentran con viejos aliados, incluidos el Dr. Ian Malcolm y la Dra. Ellie Sattler, quienes se unen a la lucha para detener los planes de Harker. La película profundiza en las implicaciones éticas de la manipulación genética, explorando los peligros de jugar a ser Dios y las consecuencias imprevistas de interferir con la naturaleza.
En el acto final culminante, Harker desata a sus dinosaurios genéticamente modificados en una ciudad densamente poblada, lo que resulta en caos y destrucción. El equipo elabora un plan arriesgado para neutralizar la amenaza, culminando en un enfrentamiento de alto riesgo entre Owen, Claire y el dinosaurio más letal hasta ahora: una criatura con inteligencia e instintos depredadores muy superiores a cualquier cosa que hayan enfrentado antes.
La película concluye con un tono sombrío pero esperanzador, ya que el equipo logra frustrar los planes de Harker, pero a un gran costo. Los dinosaurios sobrevivientes son reubicados en un santuario recién establecido, donde pueden vivir libres de la interferencia humana. Sin embargo, la escena final insinúa la persistencia de la avaricia humana, dejando abierta la puerta a futuros conflictos y la eterna pregunta de si los humanos pueden realmente coexistir con la naturaleza.