Carlos Alcaraz nunca quiso que lo compararan con Rafael Nadal ni que lo consideraran su sucesor, pero ambas cosas sucedieron simplemente por cómo se desarrollaron los acontecimientos.
En los últimos años, Nadal ha ido desapareciendo lentamente del tenis. El español comenzó a lidiar con más lesiones y a pasar más tiempo fuera de las canchas.
Su marca nunca decayó, pero su valor como tenista ciertamente sí lo hizo, y cuando surgió un jugador español joven y súper talentoso, la gente sacó conclusiones apresuradas.
Alcaraz no quería que lo etiquetaran como el sucesor de Nadal, pero su aparición y literalmente ocupar su lugar funcionó en la mente de la mayoría de las personas. Alcaraz ha tenido uno de los mejores comienzos de carrera de cualquier jugador, convirtiéndose en el número uno mundial más joven de la historia del ATP Tour, lo que le granjeó muchos fanáticos rápidamente.
Incluso Nadal utilizó la palabra “predestinado” cuando hablaba de él. Su asombroso y emocionante estilo de juego ha hecho que la gente se enamore de su tenis, y ahora, casi todo el mundo está de acuerdo en que Alcaraz liderará el tenis español en la próxima década.
Su compatriota Garbiñe Muguruza habló recientemente sobre eso con Esquire y sobre cómo Alcaraz tomó el reinado de Nadal, pero también destacó una marcada diferencia entre los dos jugadores.
Durante gran parte de su carrera, Nadal fue reservado, no ofreció ni habló demasiado. Alcaraz es mucho más extrovertido. Se siente cómodo en su propia piel, habla y comparte sus pensamientos abiertamente, lo que contrasta marcadamente con el ganador de 22 torneos importantes y su forma de manejar las cosas.
“Sí, la verdad es que hay veces que pensamos mucho en lo que decimos, sobre todo para que no se nos vuelva en contra. Pero a mí me gusta decir lo que pienso porque, al final, es como el dicho: “Fingir hasta que lo consigas”, que es algo así como: “Si crees en algo, al final lo harás posible”. ¿Sabes?”
Esa confianza es la base de todo lo que hace Alcaraz. Ha sido muy abierto en cuanto a su deseo de convertirse en el mejor jugador del mundo y, temporalmente, lo ha logrado. También ha sido muy abierto en cuanto a su deseo de convertirse en el mejor de la historia y, aunque parezca casi imposible, cree que puede lograrlo.
Nadal fue menos franco en cuanto a ese objetivo. En realidad, no transmitió sus objetivos y ambiciones de esa manera. Sigue siendo una conversación en la que no se siente muy cómodo, mientras que a Alcaraz le encanta decir lo que piensa.
Tiene una confianza suprema y eso se nota cada vez que juega. Incluso los tiros que intenta son escandalosos, pero así es él. Y eso es lo que lo hace muy diferente de Nadal. Es más franco al respecto.
“O crees que lo vas a conseguir o estás seguro de que no lo vas a conseguir. Rafa [Nadal] es más reservado en ese aspecto. A mí Carlos [Alcaraz] me gusta, le veo con más seguridad en sí mismo, le veo más joven, veo que habla más y dice lo que piensa. Y creo que la gente también valora eso y no tener tantos pelos en la lengua”.