Los galácticos del Real Madrid no conectanOcurrió en Mallorca incluso con Bellingham y se repitió ante el Valladolid, aunque sin el inglés: Vinicius, Rodrygo y Mbappé no acaban de entenderse.
La llegada de Mbappé al ataque del Real Madrid y la salida de Kroos ha desconectado el estilo de un equipo que está en plena reconstrucción. Ancelotti había dado con la tecla de armonizar el juego para conquistar la Liga y la Champions, pero toda la base que había ya no es válida con la entrada del francés y la pérdida del que había sido su director de orquesta en los últimos años.
Ancelotti confía en Rodrygo / Efe
Ancelotti ha tenido poco tiempo para encontrar ese estilo que devuelva la alegría al juego de su equipo. La presencia del francés asegura un potencial ofensivo temible y ha decidido mantener la dupla atacante formada por Vinicius y Rodrygo para reciclar el dibujo ofensivo del 4-4-2 al 4-3-3. Sin embargo, la reconversión no acaba de conectar en los dos partidos de Liga que ha disputado, incluso en Mallorca no funcionó con Bellingham de enganche.
Sin director de juego
El italiano afronta una ardua tarea con un equipo al que los rivales van a esperar atrás sin conceder espacios, conscientes de la calidad de los galácticos. La manera de romper esas estructuras defensivas sólidas es con una circulación rápida para descolocar las defensas, pero sin Kroos eso se convierte en otro problema. Tchouameni es un jugador destructivo y un buen apoyo en la construcción, y Valverde tampoco tiene ese perfil de ser quien asuma la responsabilidad de construir, y tampoco es un pasador que filtre balones y alimente a los delanteros.
Ancelotti quitó a Mbappé a cuatro minutos del final / AP
A estos se suma Bellingham. El inglés es un enganche creativo pero no un director de orquesta. Ancelotti necesita jugadores que filtren balones, que alimenten a los delanteros y salven con pases esas resistencias defensivas que se amurallan cuando les toca atacar. Vinicius, Mbappé y Rodrygo intentan conectar, pero no acaban de entenderse pese a ser una amenaza permanente para las zagas rivales.
Más problemas con que sin balón
Ancelotti necesita consolidar al equipo y estructurarlo con y sin balón. Tiene problemas en la salida del juego desde atrás, y cuando el rival se encierra no encuentra pasillos ante esa falta de mimetismos de sus delanteros y la lentitud creativa con excesivos toques y sin balones largos que cambien la orientación del juego. Cuando pierde el balón sufre si los delanteros trabajan en la presión en bloque sin el respaldo del resto del equipo. Eso hace que las líneas se distancien y aparecen los espacios para el rival.
Son problemas estructurales que el italiano debe solventar. Han marcado seis goles y solo dos de sus delanteros (Mbappé y Rodrygo), siendo igual certeros los suplentes (Brahim y Endrick), pese a jugar muchos menos minutos. Valverde ha salido al rescate con su cañón para minimizar daños (dos goles). En defensa la media es buena, un gol en tres partidos, y es en eso en lo que Ancelotti incide. Sabe que si no encaja tiene muchas opciones de ganar con la pegada que tienen arriba.