El Barça de Hansi Flick tuvo un comienzo difícil contra el Valencia, pero logró una merecida victoria por 2-1, con un brillante Lamine Yamal y un doblete de Robert Lewandowski.
En el estadio de Mestalla, Lamine Yamal fue rodeado de cariño al comenzar el partido, enfrentando las dificultades emocionales tras el reciente apuñalamiento de su padre. En ese contexto, el abrazo de Flick hacia él marcó la diferencia.
El abrazo de Flick
Hansi Flick no pronunció una sola palabra durante la pausa de hidratación en el primer tiempo del tenso encuentro entre el Barcelona y el Valencia, en un momento en que España y gran parte de Europa estaban bajo alerta por la ola de calor. Ya habían pasado 35 minutos y el equipo de Flick no encontraba la manera de poner en aprietos a un Valencia bien conectado y que ganaba confianza con el paso del tiempo. Incluso, Pau Cubarsi estuvo a punto de marcar en propia puerta en dos ocasiones; la primera, el balón pasó rozando el poste, y en la segunda, Ter Stegen logró desviar el peligro.
Los dos mediocentros jóvenes, Marc Casadó y Marc Bernal, no lograban conectar con Lamine Yamal ni con Ferran Torres, los extremos en el esquema 4-2-3-1. Raphinha, jugando como ‘número 10’, tampoco lograba establecer conexiones con los demás compañeros en ataque. La ofensiva del Barça estaba apagada. Por eso, Flick necesitaba que la joven estrella del EURO 2024, capaz de revivir al equipo y agitar el área rival, superara sus dificultades emocionales y despertara.
Esto explica por qué el único gesto del técnico alemán durante esa pausa fue buscar al joven de 17 años. Lo tomó de la cara, en un gesto casi paternal, como el de un padre con su hijo. Era su manera de apoyar a Lamine en una semana complicada, marcada por el estrés tras el ataque a su padre.
Cuando ocurrió el incidente con su padre, Mounir Nasraoui, el Barça aconsejó a Lamine que no acudiera de inmediato al hospital para evitar la atención de los medios. Él visitó a su padre al día siguiente, cuando se confirmó que su salud estaba estabilizada. Yamal quería jugar en el debut de La Liga 2024-25. Se lo comunicó al Barça y a Flick, porque el fútbol es su refugio.
Flick respetó el deseo de Lamine, aunque no vio en él la audacia que había deslumbrado a toda Europa en el verano en Alemania. Como padre de dos hijas y ahora abuelo, Flick sabía qué hacer. Mostró su apoyo a Lamine con gestos en lugar de palabras, reservando sus palabras para Raphinha y Lewandowski cada vez que el juego se detenía.
El momento de Lamine ayudó al Barça a ganar.
Un momento fue suficiente
Lamine Yamal pasó la mayor parte del primer tiempo en Mestalla bajo la sombra de Jesús Vázquez. El lateral izquierdo de 21 años se convirtió en la sombra de Lamine, siempre ejerciendo presión, anticipando sus movimientos y cortando cualquier intento de avance. Vázquez contribuyó a agravar las dificultades que Yamal ya enfrentaba antes del partido.
Sin embargo, después del abrazo de Flick, la situación cambió. La única vez que Lamine logró escapar de Vázquez fue decisiva. Sucedió en el sexto minuto de tiempo añadido de la primera parte, justo después de que el Valencia abriera el marcador en el minuto 44. Balde envió un pase largo desde la banda izquierda, Yamal se lanzó como una flecha y asistió con su pie derecho, permitiendo a Lewandowski empatar 1-1. Fue el primer destello de luz, pero muchos más llegaron en la segunda mitad. El Barça se fue al descanso con mayor tranquilidad.
Flick volvió a abrazar a Yamal en el vestuario, aunque el gen competitivo del jugador ya se había despertado y había provocado que Vázquez recibiera una tarjeta amarilla. La situación se tornó más favorable, Raphinha consiguió un penalti al inicio del segundo tiempo que Lewandowski convirtió en gol. Lamine comenzó a jugar con mayor libertad, tuvo una buena oportunidad, pero Mamardashvili, uno de los mejores porteros de la Eurocopa 2024 con Georgia, logró detenerla.
Lamine comenzó a disfrutar del juego. Realizó 3 pases clave. Uno de ellos dejó a Ferran en una posición favorable dentro del área, aunque lamentablemente no llegó el gol. Después, Flick decidió retirar a Yamal del campo cuando consideró que ya había jugado suficientes minutos en Mestalla. Sabe que necesitará mucho al joven catalán a lo largo de la larga temporada.
“Yamal fue increíble y lo demostró en un partido muy intenso, luchando de manera admirable en el campo y apoyando en defensa”, elogió Flick. El entrenador alemán tiene una idea innovadora para el futuro: mover a Lamine más hacia el centro del campo. “Puede jugar detrás de Lewandowski”.