Fátima Matute ha ignorado 35 peticiones de comparecencia y 425 preguntas de control al gobierno.
El Gobierno que Isabel Díaz Ayuso conformó en la Comunidad de Madrid tras las elecciones autonómicas del 28 de mayo del año pasado no solo ha aprovechado su mayoría absoluta en la Asamblea de Madrid para tumbar iniciativas de la oposición, sino que también sus consejeros evitan dar la cara en el Parlamento y responder con ello a preguntas y cuestiones que se les puedan plantear.
Por ejemplo, la consejera de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Fátima Matute, no ha comparecido en comisión ni una sola vez en este primer año de legislatura, todo pese a las numerosas peticiones de comparecencia que se han presentado.
En total, ha habido 35 peticiones de comparecencia a la consejera registradas -al cuerpo de la Consejería de Sanidad hay más-, y ésta no ha acudido a ninguna de ellas, ya que delega en otro cargo de su cartera. Además, también hay 425 preguntas de control al gobierno registradas, y tampoco ha acudido a ninguna. Estos datos han sido denunciados por Más Madrid, líder de la oposición en la Comunidad de Madrid, ya que no consideran aceptable esta dejadez y que un cargo como es una consejera no acuda a comparecer cuando se le solicita.
“Al terminar este periodo de sesiones, la oposición teníamos registradas 35 comparecencias de la consejera y 425 preguntas de control al gobierno y una cosa sabíamos con certeza: que la consejera no vendría a contestar ni una sola de ellas”, señala Marta Carmona, diputada y portavoz de Sanidad en la Asamblea por Más Madrid.
En el mismo sentido, Carmona añade: “La consejera ha comparecido una única vez en la comisión de Sanidad, nada más arrancar la legislatura, para explicar sus planes. El resto de la legislatura delega de forma sistemática en directores generales o rangos inferiores el someterse al ejercicio de control del gobierno para el cual nos han elegido los madrileños”. “La consejera de Sanidad demuestra así que las buenas palabras con las que iniciaba hace un año su mandato, de voluntad de diálogo y cooperación, eran falsas. Ni le interesa dar explicaciones de sus ‘chapuceras’ decisiones ni le tiene ningún respeto a las instituciones que representan a los madrileños”, sentencia.
Miles de iniciativas vetadas
A la falta de comparecencias hay que añadir el veto a miles de iniciativas que la oposición ha presentado en la Asamblea de Madrid y que la mesa de la cámara, dominada por el PP y presidida por Enrique Ossorio, ha tumbado. En total hasta el 1 de julio, la mesa de la Asamblea ha tumbado 9.051 iniciativas de los grupos de la oposición, lo que representa en torno al 32% del total de 27.820.
Comparando datos con la legislatura anterior, que duró dos años (2021-2023), los registros de entrada fueron 40.642, de los que no se admitieron 6.182. Las iniciativas rechazadas representaban entonces el 15%.
El veto en la Asamblea es sobre temas diversos y variopintos. Todos los que no le convienen al PP y a la presidenta Isabel Díaz Ayuso, que ha estado un año marcada por los escándalos sobre su hermano y su pareja, Alberto González Amador.
Así, desde el PP han evitado responder a preguntas sobre los fallecimientos de ancianos en las residencias durante la pandemia por los protocolos de la vergüenza del Gobierno regional; sobre la situación de la sanidad madrileña, la colaboración público-privada y el desmantelamiento de los recursos públicos; o sobre el caso de fraude fiscal de su pareja y las obras ilegales en el piso que ambos comparten.
Todo ello ya lo denunció la propia Marta Carmona en una entrevista con ElPlural.com. “Hay una parte muy frustrante y es que Ayuso está utilizando la Asamblea de Madrid con su mayoría absoluta como una mordaza absoluta. No sé si son 8500 iniciativas que han vetado y 3.000 y pico son de Más Madrid”, señaló al ser preguntada por cómo valoraba lo que había transcurrido de legislatura.
“Nosotros entendemos que tienen mayoría absoluta hasta 2027, pero no significa que nos vayamos a echar a dormir hasta 2027. Si la Asamblea no se puede utilizar para mejorar la vida de los madrileños, es que ellos le tienen muy poco respeto a la Asamblea y a lo que significa. Aún así, nosotros evidentemente vamos a seguir peleando”, remató.