El Gobierno de la Comunidad de Madrid revertirá el próximo mes de noviembre el contrato de concesión de la Autovía Ruta de los Pantanos que gestiona Globalvia. El Ejecutivo de Isabel Díaz Ayuso replica así la política del Gobierno de Pedro Sánchez de no renovar las concesiones de las autopistas y autovías titularidad del Estado, a pesar del debate que existe en torno a la necesidad de implantar el pago por uso en la red de carreteras de alta capacidad.
La Comunidad de Madrid adjudicó en 1999 el contrato de concesión de obra pública para la construcción, conservación y gestión del servicio público de la duplicación de la calzada de las carreteras M-511 y M-501 entre la M-40 y la M-522 con una longitud de 21,8 kilómetros. La duración inicial prevista de la concesión era de 25 años, de manera que este año llega a su conclusión.
La autopista entró en explotación en 2002 y su gestión se instrumenta a través de un modelo de peaje en sombra (las empresas financian la construcción y a cambio la Administración les abona un canon por ejecutar la operación y conservación durante la vida de la concesión).
Un consorcio integrado por Caja Madrid, Dragados (ACS), FCC y Necso (Acciona) se hizo, con el 25% cada una, con el contrato para la ejecución de la Ruta de los Pantanos. El coste estimado se fijó en 13.000 millones de pesetas (78,1 millones de euros). A partir de 2008, Acciona salió del accionariado, quedando FCC, Caja Madrid y ACS con el 33,33% cada una. Ya en 2012, Globalvia, la sociedad creada por FCC y Caja Madrid, adquirió al grupo que preside Florentino Pérez su 33,33% para tomar así el 100% de la concesionaria.
En 2020, Globalvia acordó la venta de un 25% de la sociedad Ruta de los Pantanos (y del 25% de Concesiones Madrid, operadora del tramo de la M-45 entre el eje O’Donnell y la N II) a MM Capital Partners, firma de inversión controlada por las japonesas Marubeni, Mizuho y AM-One. Sin embargo, la operación, que llegó a ser comunicada por el fondo, finalmente se deshizo. La concesión de la Ruta de los Pantanos llega a su fin después de haber acumulado una inversión de 106,9 millones de euros. En 2023, la intensidad media diaria (IMD) ascendió a 44.057 vehículos.
A partir de noviembre, la Comunidad de Madrid asumirá la gestión de la autovía en detrimento de Globalvia, que adelgazará así su cartera de activos en España. El Gobierno regional tiene previsto la reversión de esta concesión “y ya trabaja en la tramitación de un contrato para gestionar su conservación de forma externalizada”, según indican fuentes oficiales del Ejecutivo de Díaz Ayuso.
Reversión del Estado
La reversión de esta autovía replica la estrategia acometida en los últimos años por el Gobierno de Pedro Sánchez. Desde 2018, el Estado ha ido levantando las barreras en las autopistas de peaje que han finalizado sus contratos y asumiendo su explotación. Moncloa prevé hacerlo igualmente con la vía de pago AP-68 Bilbao-Zaragoza y con las 11 autovías de primera generación de titularidad estatal que operan empresas privadas mediante peaje en sombra y cuyos contratos de concesión vencen a finales de 2026.